Por: Paty Iribe, Coach en Alto Rendimiento
En muchos lugares del mundo se está viviendo la temporada de graduaciones. Las graduaciones son eventos importantes en nuestra vida, ya sea porque somos quienes nos graduamos o porque alguien importante en nuestra vida está viviendo este momento. De cualquier forma, estos son momentos de la vida de mucho impacto y de emociones contrastantes ya que representan un ciclo que se termina.
La vida está llena de ciclos, se abren oportunidades y se cierran etapas o periodos. Muchos de esos ciclos son inadvertidos toda nuestra vida, otros pasan desapercibidos hasta que miramos hacia atrás y nos hacemos conscientes de ellos; también están los que son muy evidentes por su impacto. Las graduaciones, como otros eventos, son un hito relevante que nos generan emociones contrastantes: alegría por el sentido de logro, junto con cierta melancolía o sensación de tristeza por el periodo que se termina, al igual que mucha incertidumbre por lo que está por iniciar. A este emoción se le llama agridulce.
Sentir un poco de dolor y alegría al mismo tiempo es parte de la vida. Es una realidad que no podemos separar emociones con una línea clara y que es parte del ser humano experimentar una mezcla de emociones que hay que saber manejar.
En nuestra sociedad, sobrevaloramos el positivismo a tal grado que tratamos de evitar el sufrimiento a toda costa. Eso solo nos lleva a volvernos evasores o herméticos y no permitir obtener los beneficios de experimentar lo mejor de la vida. Al final, la forma en que enfrentamos las dificultades forma quienes somos.
Es así como ahora te comparto algunas reflexiones sobre cómo enfrentarte a esa emoción agridulce:
- Aceptar que la pérdida es parte de la vida. Si estás viviendo una etapa en tu negocio o vida personal en la que se contraponen la alegría y el duelo, disfruta del logro y reconoce que existe ese duelo
- Lleva un diario en el que te atrevas a aceptar que algo no salió bien, no salió como deseabas o falló
- Reconoce cuáles son los aprendizajes y qué es lo que hace que aprecies mucho más lo que tienes y lo agradezcas
- Disfruta los momentos cotidianos como si fuera la última vez que pudieras vivirlos. Un estudio demostró que las personas más positivas son adultos mayores porque tienen mucho más consciencia del tiempo que les queda por vivir y aprovechan cada momento
- “Un punto es solo un punto” – Roger Federer. En su discurso de graduación en Dartmouth en 2024, compartió varios aprendizajes y uno de ellos fue este. Hizo analogía con su carrera de tenista. Confesó que al inicio de su carrera se enfocaba más en un punto perdido y eso lo llevaba a perder aún más puntos. Su gran lección fue que dejar de enfocarse en el punto perdido, lo llevaba a dar su mejor versión en el resto del partido. Así fue como el pensar “un punto es solo un punto” le ayudó a dar lo mejor en el siguiente punto y ganar el partido completo. En el torneo de tu vida, ¿en qué te estás enfocando?
- Sentir la incertidumbre por lo que está por venir cuando se cerró un capítulo es normal. Lo importante es moverte y enfocarte en contribuir. El lado positivo de la tristeza por el duelo es que generalmente provoca compasión. Si algo te provoca tristeza, ¿qué puedes hacer por otros? ¿Cómo puedes aportar valor y contribuir más?
Si hoy te encuentras en una situación agridulce, define espacios para reconocer tus emociones, celebra con alegría el logro, reconoce el duelo con valentía recuperando los aprendizajes y abraza el futuro contribuyendo a tu alrededor con compasión. La única forma de reconocer la luz es atravesar la oscuridad como muchos sabios han compartido.