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“Corro de una actividad a otra, pero no avanzo”.
“No tengo tiempo para disfrutar de mí y mi familia, pero cuando lo tengo, siento que no estoy ahí”.
“Percibo que vivo en modo automático y avanzo por inercia”.
“Siento que el cansancio me está rebasando y aún así vivo con insomnio”.
¿Algo de esto resuena contigo?
Y aun cuando la base de esto es normal, es peligroso normalizarlo.
Porque son estas contradicciones las que ponen en riesgo nuestro bienestar.
Vamos a la raíz…
Nuestra primera respuesta biológica al estrés es normal… incluso es sana.
Imagínate cuando un venado que escucha un ruido levanta la cabeza, voltea a sus costados, se siente en peligro y huye corriendo; esto es una respuesta normal.
Pero cuando esa respuesta está todo el tiempo presente, lamentamos decirte que ya estás en estado de burnout.
Entonces, es una situación biológica inicialmente sana que va perpetuándose, tu cerebro manda un exceso de señales y utiliza un exceso de transmisores que te induce a un estado de agotamiento y a su vez un estado de adrenalina que te impide descansar.
Por eso la clave, es el SUEÑO, dormir bien, en completa paz y oscuridad es importantísimo, para que tu cerebro pueda descansar y tu cuerpo pueda tener un buen rendimiento en tu vida diaria.
Porque construir un estilo de vida a prueba de burnout para vivir, amar y trabajar en un balance extraordinario… es posible, con las herramientas y el acompañamiento correcto.
En el siguiente artículo enseñaremos un ejercicio para que aprendas a evaluar tu calidad de vida y puedas tomar acción en las áreas que estés descuidando.
🔥Si ya estás cerca de una zona de burnout, te regalamos una sesión para guiarte a salir de ahí.🔥