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El burnout ya no será considerado sólo como un asunto de salud mental, sino también como un fenómeno ligado al trabajo.
Así como lo lees…
Desde este 2022, la OMS incluye en su Clasificación Internacional de Enfermedades el ‘burnout’ como un “fenómeno ligado al trabajo”.
El cuál fue aprobado desde 2019, pero apenas este año entró en vigor.
El burnout, ha sido calificado como un “síndrome resultado de un estrés crónico del espacio laboral que no ha sido manejado exitosamente”.
Y son tres, los elementos que caracterizan el burnout:
- Sensación de agotamiento: “No puedo más”
- Sentimiento negativo o de cinismo hacia el trabajo: “Para que lo hago sino importa”
- Reducción de la productividad: “No me alcanza mi día”
Un reciente informe de la OCC Mundial, Adaptabilidad laboral postpandemia en México, señala que el 41% de las empresas del país están registrando renuncias inusuales de trabajadores.
Este informe arrojó que los principales motivos son: el estrés, el desgaste físico y mental y el exceso de trabajo.
¿Qué casualidad, no crees? Y por ello, la pregunta del millón…
¿Qué se necesita para tener un espacio laboral más saludable?
Reflexiónalo, porque es ahora cuando podemos aplicar todas las herramientas que hemos compartido (y las que faltan), como:
- Monitorear las áreas que descuidamos de nuestras vidas.
- Establecer fronteras saludables.
- Hacer pausas con diseño.
- Establecer prioridades.
- Un sistema de hábitos.
Porque crear un estilo de vida a prueba de burnout, para vivir, amar y trabajar en un balance extraordinario… Es posible con las herramientas y el acompañamiento correcto.
Y esto no se le delega, ni a tu empresa, ni a tu jefe, ni a tu familia.
Anticipar el burnout es tu decisión, no de nadie más.
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