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“No tengo tiempo”, es una de las principales respuestas que escucho como explicación del por qué una persona no hizo lo que sabe que tenía que hacer: estar más tiempo con su familia, hacer ejercicio, descansar, tomar vacaciones, leer, ir a una revisión médica, ahorrar y todo lo que te imagines.
Estamos en un momento de la historia en el que la mayoría de nosotros sentimos que hacemos cada vez más cosas, tenemos más pendientes, más juntas, más correos electrónicos o mensajes, más de todo.
Lo que usualmente no aumenta, es el nivel de satisfacción con nuestra vida. En los últimos años he escuchado mucho la gran frustración de estar más ocupados que nunca y a su vez sentir que no estamos teniendo la vida que queremos.
La pandemia del COVID-19, aceleró grandes cambios en la forma de trabajar, que en mi perspectiva son positivos, pero también trajo mayores niveles de estrés, más horas de trabajo, más juntas y de mayor tiempo. Más de todo lo que queríamos tener menos.
Pareciera intuitivo, pero hacer más de todo, no nos está llevando a tener más éxito como empresas ni como personas.
Cuando hablamos sobre administrar el tiempo, pensamos en la palabra productividad.
Empresas y personas buscan ser más productivas, hay miles de libros, videos y cursos sobre el tema. Me llama la atención ver muy asociada la productividad a cosas que tienen que ver con “hacer más”.
Esto tiene una razón de ser histórica, pues hace cientos de años el término “productividad” se utilizó en el contexto de la agricultura en donde significaba cosechar más. En la revolución industrial, ser productivos era producir más piezas por hora en una fábrica.
Con excepción de algunos casos, en la economía del conocimiento, la productividad dejó de tener que ver con hacer más, y se convirtió en un término que tiene que ver con lograr resultados.
En otras palabras, la cantidad de cosas que hacemos y el tiempo destinado a hacerlas no siempre se traduce en obtener lo que buscamos.
Una muestra de esto se vió durante la pandemia, ¿a caso el número excesivo de juntas en línea valió la pena para los resultados de la empresa? y si en algún caso fue así, ¿cuál fue el costo en la calidad de vida, salud física y mental de las personas?
Si hacer más no garantiza los resultados que queremos, ¿qué debemos de hacer entonces?
Te voy a dar parte de la respuesta con la definición que he construido de productividad en los últimos años:
Productividad es invertir tiempo de calidad en lo que es importante para ti en todos los ámbitos de tu vida. Es invertir mejor el tiempo en las cosas que hacen una diferencia en nuestro trabajo o en nuestra vida personal.
Bajo esta definición de productividad, invertir de forma inteligente tu tiempo, es responder con toda honestidad a la pregunta ¿qué es lo verdaderamente importante para mí? y después, invertir las 24 horas del día en llevarlo a cabo.
Si es importante tu crecimiento profesional, ¿cuánto tiempo vas a invertir en él?, es importante tu salud ¿cuánto tiempo vas a invertir en ella?, si es importante tu familia ¿cuánto tiempo de calidad invertirás este día en ellos?, si es importante el objetivo de la compañía ¿cuánto tiempo tuyo y del resto de tus compañeros está enfocado en hacer cosas que hagan que esa meta avance?
Parece simple, pero no lo es: quieres resultados en cualquier área de tu vida, invierte tiempo de calidad.
Tiempo de calidad tiene que ver con tu nivel de enfoque y de presencia en un momento o actividad, lo cual representa un reto en la que muchos expertos ya denominan “La economía de las distracciones” .
El tiempo es limitado y solo hay 24 horas en un día, 168 en una semana, para ti, para mí y para Elon Musk. Si quitamos las 7-8 horas que es el tiempo óptimo que deberíamos dormir según muchos estudios científicos, tenemos aproximadamente 16 horas para invertir en cualquier cosa que sea importante en nuestros roles de vida.
La clave entonces, no es hacer más, sino hacer mejor lo que sabes que te va a llevar a ese siguiente nivel en tu trabajo, en tu salud, en tus relaciones.
Enfocarse en lo importante no es tarea fácil, no se trata solamente de quitar algunas distracciones, aunque es un primer paso que siempre ayuda. Respeto mucho los retos que tienes y no intento darte una fórmula mágica para incrementar tus resultados.
Con este artículo quiero por un lado, despertar en ti una fuerte reflexión sobre las cosas a las que les estás dedicando tiempo, en qué cantidad y de qué calidad.
Por el otro, quiero compartirte 5 tips que pueden ayudarte en este camino:
1. Decide qué es lo verdaderamente importante en tu vida.
Haz una reflexión profunda de esto y si llegas a que muchas cosas son igual de importantes, vuelve a preguntarte ¿cuál es la más importante de todas ellas? Si estás realizando este ejercicio para tu trabajo, asegúrate de estar en completa alineación con lo que busca tu empresa.
2. Define de manera realista, cuánto tiempo quieres o puedes invertir en eso que decidiste que era importante.
Asegúrate que ese tiempo va a estar dedicado a eso y bloquea tiempo en tu agenda. Agenda primero lo importante y después deja tiempo para el resto de tus actividades, aunque parece intuitivo muchas agendas están construidas al revés.
3. Realiza un listado de la cosas que haces, clasifícalas decidiendo cuáles tienes que hacer mejor porque te llevarán al siguiente nivel, y cuáles deberías de hacer menos, o si es posible, dejar de hacer.
Si hoy sientes que no tienes tiempo, la manera de encontrarlo es dejando de hacer, delegando u optimizando ciertas tareas.
4. Siéntete cómodo(a) con “no hacer más”.
Si lo importante lo haces mejor, obtendrás más resultados. Hacer más, es algo que nos auto infringimos para sentirnos ocupados y productivos en la definición de la era anterior. No caigas en esa trampa. Se trata de resultados, no del número de cosas que hay en tu lista de pendientes.
5. Piensa en el largo plazo.
Quizá terminar largas listas de pendientes te da una satisfacción en el corto plazo pero traerá impactos negativos en tu vida en el mediano y largo plazo. Lo que es importante para ti no siempre es lo que más te grita en tu día a día.
Tus verdaderos resultados o consecuencias estarán determinados por aquellas cosas importantes que hiciste o dejaste de hacer, no por el número de elementos que tachaste en tu lista de pendientes. En el mundo actual, no es importante hacer mucho, sino hacer bien las cosas importantes en cualquier ámbito de tu vida.
André Soto
Coach en Alto Rendimiento en Irradiate More
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