febrero 3

Duda, procrastinación y división.

📚 10 minutos de lectura.

¿Eres un procrastinador? Este hábito humano es inevitable pero no ineludible.

La procrastinación es un peaje para nuestra productividad y nos puede afectar negativamente en como transitamos a través de nuestra vida diaria. 

Dejar cosas pendientes sin realizar, únicamente hará nuestra vida más desorganizada y frenética y posteriormente nos sentiremos estresados por nuestro retraso.  

La procrastinación es el hábito de demorar nuestros compromisos de forma irracional e improductiva ya sea por dificultades, dudas, aburrimiento, cansancio, etc. 

¿Qué tan común es?

De acuerdo con un estudio realizado por expertos en psicología, 92.9% de 310 estudiantes admitió haber procrastinado regularmente, especialmente cuando se trata de actividades relacionadas con el estudio. Todos hemos pagado un alto precio por procrastinar y es hora de que dejemos a un lado este mal hábito. 

¿Por qué dejamos las cosas para mañana? Procrastinamos porque estamos divididos, una parte de nuestro cerebro es instintivo y la otra racional. 

Tenemos un cerebro instintivo, rápido, enérgico y visceral que solo piensa en el ahora, al que no le importa el mañana y tenemos otro cerebro, el racional, el reflexivo, el que piensa y analiza y le cuesta actuar, es más lento y prudente, sabe a dónde quiere llegar y piensa en el futuro. 

La procrastinación es el resultado de la lucha entre cerebro emocional y el cerebro racional y se da cuando la voluntad de nuestra razón cede a los caprichos del instinto.  

Existen diferentes tipos de procrastinación: 

  1. Expectativa (nivel de confianza): El exceso de optimismo nos lleva a la inacción, esperando sentados que ocurra un milagro. Este optimismo se hace presente a la hora de estimar el tiempo que nos llevará cumplir nuestro objetivo (error al planificar) y que finalmente suele resultar ser mayor que en nuestras estimaciones. Existen procrastinadores por exceso y por defecto de optimismo, unos se creen más capaces de lo que realmente son, esto los lleva al fracaso. Otros, y son la mayoría, más pesimistas, no son conscientes de sus capacidades y ni siquiera llegan a intentarlo. 
  1. Valoración (propensión al aburrimiento): Ante este tipo de procrastinación, hay que hacer que las tareas se vuelvan motivadoras. Las tareas que odiamos están entre las que más tendemos a posponer, especialmente aquellas tareas repetitivas, monótonas y que son muy sencillas. Si te resulta demasiado difícil puedes frustrarte y abandonar, si es demasiado fácil te aburrirás y querrás dejarlo. 
  1. Impulsividad (el elemento central de la procrastinación): Todo lo anterior resulta útil pero lo que realmente nos sabotea es nuestra impulsividad, es la potencia de ese cerebro instintivo más rápido que nuestro cerebro racional. Actuamos antes de pensar y eso nos puede llevar a dejar de actuar. 

¿Cómo podemos dejar de procrastinar? 

  1. Divide y conquistarás: Divide una tarea grande en tareas más pequeñas. En lugar de esperar hasta el último minuto para escribir ese ensayo de 2000 palabras. Hazlo poco a poco todos los días y verás que el objetivo final no parece tan difícil de lograr. 
     
  1. Elabora una lista de cosas por hacer: Identifica las tareas que deseas completar en el día. Esto ayuda a administrar el tiempo sabiamente y también nos recuerda que aún hay tareas por hacer.  
     
  1. Establece una fecha límite para cada tarea: Asigna un día y hora y comprométete a cumplir la tarea.  
     
  1. Cambia tu medio ambiente: Este factor puede afectar o ayudar a tu productividad. Observa tu entorno, mira cómo está organizada tu habitación y tu escritorio. ¿Has estado viviendo cómodamente en un espacio que pueda elevar tu motivación?   
  1. Haz a un lado las distracciones: En la era del internet, hemos sido inundados con innumerables distracciones, Videojuegos, teléfonos inteligentes, redes sociales y más, estos son los que perturban nuestro enfoque. Asigna algún horario para revisar redes sociales, ver series, etc.  
     
  1. Rodéate de amigos que te inspiren y te motiven: Las personas con las que convives te moldean. Necesitas estar con un grupo de amigos que te inspiren a tomar acción y te aconsejen si las cosas no van en la dirección correcta.  
  1. Distribuye bien tu energía: El cansancio nos hace procrastinar, nos cuesta empezar si no tenemos energía, el autocontrol y la automotivación generan desgaste. Reconocer que nuestra energía es limitada nos ayudará a distribuirla mejor. Una alimentación sana, realizar ejercicio regularmente, dormir las horas necesarias ayudarán a mejorar tu sistema inmune y tu productividad. 

En resumen, la procrastinación es un hábito que obstaculizará el proceso de la tarea que estes realizando, simplemente porque tienes dudas de hacerlo o porque puedes encontrar dificultades.

  

Elsa Victoria Melo Hermida  
Coach en Alto Rendimiento en Irradiate More  
Elsa Melo | LinkedIn  

⚠️Si este contenido te hizo querer más y eres un líder en construcción, esto va a interesarte⚠️


Tags

alto rendimiento, elsa melo, high performance, liderazgo, lideres, lideres mexicanos


También podría gustarte...

El costo de perder tu propósito

El costo de perder tu propósito

El costo de no pedir ayuda

El costo de no pedir ayuda
>