enero 27

No piensas el 40% de tus decisiones diarias.

📚 8 minutos de lectura.

En el 2015, Roberts Wesleyan College publicó un artículo donde estimaba que un adulto promedio toma cerca de 35,000 decisiones cada día.

Desde el momento en el que abres los ojos con el despertador y decides si te levantas o te regalas 5 minutos más, hasta decidir en qué cajón de estacionamiento vas a dejar tu coche. Tomamos muchísimas decisiones cada día. 

Muchas de estas decisiones son inconscientes por supuesto y las haces como un reflejo – para el caso práctico de este espacio, es lo que llamamos un hábito.

Se estima que cerca del 40% de tus decisiones cada día son un hábito. Es decir, que cerca de 14,000 “decisiones“ nunca las piensas, sino que en automático tomas una acción de acuerdo a tus creencias y patrones de conducta.

Es por eso que cobra tanta relevancia enfocarnos más en mejorar ese 40% de tus decisiones haciéndote consciente y mejorando intencionalmente tus hábitos. 

Nuestro cerebro crea estos hábitos o rutinas por diferentes razones, pero la más importante puede sorprenderte: supervivencia.

Si todos los días tomas 35,000 decisiones, y asumimos que estás despierta o despierto 16 horas al día (porque estoy seguro que duermes ocho horas diarias, ¿cierto?), eso nos deja 960 minutos disponibles para crear la vida que quieres cada día. Eso quiere decir que tomamos en promedio una decisión cada 1.64 segundos.

¿Te imaginas la cantidad de energía que requerirías para hacer eso?  

Tu cerebro crea estos hábitos para reducir y/o prácticamente eliminar la necesidad de pensar en cada cosa que haces.

Piensa en un hábito como una respuesta inmediata a un estímulo. Si puedes ahorrar esa cantidad de energía y esfuerzo al automatizar ciertas respuestas, entonces puedes utilizar esa reserva para cosas más importantes, como estar atento a algún peligro que puedas estar corriendo.

Es una forma en la cual tu cerebro descansa y se relaja, porque ya dejó “instrucciones” de como resolver esto que estás viviendo.  

Ahora bien, no todos los hábitos son iguales.

La realidad es que tenemos tres tipos:  

  1. Los que te funcionan en el largo plazo. Son aquellos hábitos que te están fortaleciendo entre más los practicas. Son esas rutinas que sabes que te están acercando cada día a las metas que quieres y te ayudan a mantenerte de pie cuando las cosas se ponen difíciles. 
  1. Aquellos que no te funcionan en el largo plazo. Son hábitos que sabes que, si no cambias, te van a lastimar de alguna manera en el largo plazo. Son esas prácticas que no te enorgullecen y para las cuales constantemente estás buscando una buena justificación. 
  1. Finalmente, los neutros. Son hábitos que no te suman ni te restan, y que la forma en la que los haces no generan ninguna diferencia en tu vida. Un ejemplo es cuando te pones los zapatos y tu hábito es amarrarte primero la agujeta del zapato derecho y luego la del izquierdo. Es un hábito neutro porque si cambias el orden y primero te amarras la agujeta izquierda y después la derecha, no cambia nada en ti. 

Una vez que tienes claridad del tipo de hábitos que tienes, es momento de hacerte una pregunta importante:

¿La forma en la que viviste tus últimos 6 meses te está acercando a la vida que quieres o te está alejando?

Si 40% de nuestras decisiones son hábitos, somos en buena parte la suma de nuestros hábitos y rutinas, y si la respuesta que te diste a la pregunta anterior no te gustó, quizá quieras comenzar a cambiar ciertas prácticas que no te están funcionando. 

Si, sé que cambiar puede ser complicado. Tienes años formando las rutinas y hábitos que todos los días practicas y cambiar a veces duele.

Pero si estás leyendo esto, estoy seguro de que estás lista o listo para hacer lo que sea necesario para alcanzar la vida que estás buscando, ¿correcto?

Ten presente que cuando de hábitos se trata, no basta con dar el primer paso. Estoy seguro de que en más de una ocasión te ha ocurrido que comienzas con algo que era muy importante para ti, solo para dejarlo al par de días o semanas.

Hoy tienes que darte la oportunidad de empezar a ser consistente con aquellas cosas que son importantes para ti y que van a generar una transformación espectacular en tu vida.  

¿Sabes lo que pasaría si te dieras la oportunidad de mejorar todos los días un 1%? No, no serías 365% mejor. Gracias a la magia del efecto compuesto, si todos los días te dieras la oportunidad de ser tan solo 1% mejor que el día previo, al cierre de 365 días serías más de 37 VECES MEJOR.  

No sé qué pienses tú, pero creo que es momento de tomar decisiones y comenzar a trabajar en aquello que quieres conseguir.

Recuerda que las personas más exitosas no lograron sus metas por suerte, sino por diseño.

Tú también tienes la capacidad y el poder de comenzar a diseñar los hábitos que te van a llevar a un siguiente nivel, simplemente tienes que ser más intencional con aquello que estás buscando.

No te distraigas y no te permitas perder el rumbo de lo que es importante para ti.

Asegúrate de darte el regalo de la consistencia con aquellos hábitos que sabes que van a hacer la diferencia en tu vida y encárgate de lograrlo.  

Marco Mejía
COO & Coach en Alto Rendimiento en Irradiate More 

Marco Mejía | LinkedIn 

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alto rendimiento, high performance, liderazgo, lideres, lideres mexicanos, marco mejia


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