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Mucho hemos escuchado sobre la inteligencia emocional y el impacto que tiene en el éxito, no solo en el trabajo, sino en la vida. La manera como manejamos nuestras emociones nos permite resolver situaciones, conectar y colaborar.
Hoy más que nunca necesitamos eso en nuestro ambiente de trabajo.
Hemos comprobado con muchos ejemplos que las personas que se convierten en verdaderos líderes son aquellos que invierten en su desarrollo personal, no solo en habilidades propias de su área, sino mucho más en sus habilidades humanas.
Afortunadamente, la inteligencia emocional no está determinada en nuestro nacimiento, es algo que podemos adquirir y mejorar. Basado en eso, es importante que inviertas en el desarrollo de habilidades que te permitan tomar consciencia de tus emociones y manejarlas cada vez mejor.
Puedes tener el mayor conocimiento y experiencia que se necesite para desempeñar tu trabajo, pero si tus emociones y la manera en como las manifiestas no favorecen a un ambiente de trabajo positivo ni a inspirar a otros, tu éxito seguramente se verá afectado.
Ahora bien, hay emociones que son cruciales para tu liderazgo y el nuevo ambiente profesional está demandando que este liderazgo tenga una tonalidad mucho más inclinada a conectar con la gente.
El verdadero liderazgo se trata de mover voluntades, de activar e inspirar hacia la acción. Éste es el liderazgo solidario. Es el que a través de la empatía y la compasión puedas brindar seguridad psicológica.
Recuerda que hoy muchas personas están teniendo dificultades para manejar la incertidumbre y los cambios, se necesita más que nunca de tu apoyo y ejemplo.
Para conseguir ser un verdadero líder solidario existen dos habilidades humanas básicas que son la empatía y la compasión. Entender por lo que están pasando, comprender lo que están pensando y sintiendo, estar dispuesto a apoyar y ayudarlos, es algo que exige tu rol de líder.
Para motivar a las personas a tu alrededor no basta con brindarles claridad de los objetivos y de guía para recorrer el camino. Ahora, es un requisito que conectes con ellos a otro nivel y que conozcas y entiendas su situación y lo que están viviendo.
Las personas más motivadas pueden perder el entusiasmo si no se sienten comprendidas por todo lo que les afecta.
Para poder encontrar oportunidades e innovación, las personas requieren reducir sus preocupaciones, sentirse seguras. Para poder generar influencia positiva en ellos es necesario que les transmitas auténtica empatía y compasión en lugar de juicio.
Ser abierto para compartir tus pensamientos y emociones y brindar el espacio para que otros se expresen abiertamente y con la confianza de no ser juzgados es parte de la construcción de seguridad psicológica. Ábrete y sé curioso sobre lo que otros están pensando y sintiendo. Crea esos espacios para compartir y muestra compasión libre de juicios.
El practicar empatía es un desafío que vale la pena llevar a cabo y para eso te comparto los 3 tipos de empatía que permite generar conexiones con otros:
1. Empatía cognitiva.
Consiste en escuchar al otro y tratar de entender su perspectiva desde donde lo ve y entender cuál es la historia que lo lleva a pensar y sentir así. Es cuando decimos, “ponerse en sus zapatos”.
2. Empatía emocional:
Es cuando, a pesar de no estar en su situación, has estado en situaciones que te han generado emociones similares y, por eso, sabes lo que se siente eso y entiendes lo que es sentirse así.
3. Empatía compasiva:
Es cuando puedes pensar, entender y sentir como el otro, se tiene un impulso de apoyo, a pesar de que en muchas ocasiones no hay algo que podamos realmente hacer por él. Este último es el que permite conectar mejor porque lo que genera la compasión.
La compasión es la cualidad que tener intenciones positivas y de preocuparnos de manera sincera por el otro. La compasión eleva los niveles de confianza, mejora la colaboración y la lealtad y así, genera conexiones más profundas.
Las personas no creen en quienes no les inspiran confianza y cuando te muestras como un líder compasivo eres percibido como un líder fuerte y más competente.
Obviamente, una persona empática y compasiva se convierte en un líder solidario si lo haces de manera genuina. Para eso, se requiere consciencia, intención y práctica y te comparto algunas técnicas que te apoyan a desarrollar estas habilidades:
- Crea espacios seguros para compartir y comunica la intención de esos espacios
- Sé curioso y pregunta de manera respetuosa sobre situaciones más allá de lo laboral
- Comparte desde tu parte humana para poner el ejemplo de lo que deseas que compartan
- Permanece atento a lo que te comparte con escucha activa sin interrupciones
- Demuestra tu intención de comprender
- Pregunta qué necesitan de ti o de otros y cómo puedes ayudar
- Sé claro en tus ofrecimientos y si ofreces, cumple tu compromiso
Finalmente, no basta con ser solidario, es necesario ser empático y compasivo de manera inteligente.
Ser líder también se trata de ser valiente en conversaciones difíciles, proporcionar retroalimentación directa y lograr resultados.
Ser un líder solidario consiste en hacer las cosas difíciles de una manera humana.
Es un desafío que es posible siempre y cuando practiques la compasión contigo mismo y te cuides para evitar la fatiga extrema.
Paty Iribe
Coach en Alto Rendimiento en Irradiate More
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